domingo, 30 de enero de 2011

The day X-Force became Uncanny.

Así, señoras y señores, así es como se continúa una serie que ha sido espléndida y que ha demostrado con creces que Lobezno es el mejor en lo que hace.


Habiendo iniciado su andadura con un nuevo equipo creativo (Rick Remender y Jerome Opeña, que vienen a sustituir a Craig Kyle y Chris Yost, autores de los 28 números y dos especiales de X-Force), la serie enfoca esta vez el grupo de mutantes con menos escrúpulos de una forma aún más rebuscada: Aunque Cíclope no quiera admitirlo, sigue siendo necesario un equipo que se encargue de los trabajos más sucios y sangrientos, por lo que X-Force seguirá dando guerra, aunque esta vez comandados por Lobezno y Arcángel.

A estos dos se unen Fantomex, Masacre y Psylocke, según parece los dos primeros por dinero y la tercera por su interés romántico en el multimillonario con las alas más grandes a ese lado del Atlántico.



Pese a su de momento corta andadura (apenas esta semana se ha cerrado el primer arco argumental con el cuarto número de la serie), esta nueva colección ha querido llegar pisando fuerte, y qué mejor manera de hacerlo que convertir en su primer objetivo al que desde hace mucho tiempo ha sido uno de los más peligrosos enemigos de los X-Men: En Sabah Nur, también conocido como Apocalypse.

A mi parecer, en estas primeras cuatro grapas ha quedado claro que esta nueva serie pretende conservar el espíritu de su predecesora, pero reforzando su punto más flaco (la interacción entre los personajes, que pese a ser un equipo que pasa por situaciones difíciles a diario no parecían estar muy unidos) y maximizando su mejor baza: La espectacularidad en las aventuras. Lo único que echo en falta es la presencia de Domino para repartirse las bromas con Masacre y meter un poco más de tensión sexual no resuelta (o sí resuelta, quién sabe) en el ambiente.

Ahora solo queda esperar a ver con qué nos sorprenderán el mes que viene en la que, según mi opinión, se ha ganado totalmente el adjetivo reservado hasta ahora solo para la serie principal de los mutantes.

jueves, 20 de enero de 2011

Algunas formas de envejecer.


Pues quién lo iba a decir, continúo encontrando en los lugares más insospechados (youtube, ya sabéis) algunas de las situaciones más curiosas en las que se ha visto mi murciélago favorito, como el musical que le dedican en Batman Beyond (serie que, por cierto, ha conseguido dar lugar a su propia publicación mensual que comenzó este mismo mes).

Como acompañamiento, una de esas frases lapidarias que parece que no desaparecerán con la edad (desde luego, Bruce Wayne es un digno competidor para cualquier personaje interpretado por Schwarzenegger, e incluso consiguió prevalecer en su último encuentro) y una de las revelaciones más estrafalarias que podrían haber tenido lugar, creo yo.

miércoles, 19 de enero de 2011

jueves, 13 de enero de 2011

Seriales muy serios.

Y continuamos con la serie de… series. Aunque en este caso tratemos con dos seriales del año catapum que suponen las primeras incursiones de dos de los más grandes héroes de la historia del cómic en el celuloide: Batman y Superman. Pese a que la introducción del serial de Batman sea ciertamente fílmica (vamos, títulos y títulos sin ninguna imagen), en mi opinión tiene un encanto tremendo, la música de ambientación vampírica encaja a la perfección con las primeras andaduras del personaje, casi prometiendo una aparición de El Monje (aparición que no sé si llega a producirse, ya que no he podido verlo aún… aunque ¡no descansaré hasta conseguirlo!), el primer enemigo sobrenatural del murciélago.

El hombre de acero, por su parte, tiene una puesta en escena más parecida a lo acostumbrado, siendo el centro de atención de todos los habitantes de Metropolis y defendiendo el estilo de vida americano con sus impresionantes poderes. No deja de ser definitorio, por otra parte, que en la introducción mencionen que es capaz de saltar por encima de edificios muy altos, ya que esta era en un principio la forma de moverse por la ciudad de Clark, puesto que en su origen no volaba y sus poderes venían explicados porque en su planeta natal, Krypton, la gravedad era mucho más alta, por lo que su organismo estaba condicionado para desarrollar una fuerza mucho mayor que la de los humanos normales.

Como añadido, he aquí dos crossover cuanto menos extraños: Una de las tomas falsas de la primera adaptación cinematográfica de X-Men, en la que hace acto de presencia el quinto miembro del grupo, y un cameo de Green Hornet y su sirviente Kato (¡el gran Bruce Lee!) en la archiconocida serie sesentera de Batman.


domingo, 9 de enero de 2011

Sex and violence!


Quien fuera que aprobó la idea de crear una nueva (la tercera encarnación, si no me equivoco) X-Force con los mutantes más letales del universo Marvel se ha ganado mi admiración. Al fin y al cabo, ya estaba bien de leer que Lobezno es el mejor en lo que hace sin verle cargarse nunca a nadie, ¿no?

Desde luego, con Sex and violence han puesto un gran y brillante broche de oro a la serie regular de este grupo (que ahora ha sido sustituida por Uncanny X-Force), presentando una historia que combina a Lobezno, a Domino, a la Mano y al Gremio de asesinos, además de una aparición estelar del resto de componentes del equipo (es decir, Warpath, X-23, Elixir y Vanisher).

Así, encontramos en este volumen las habituales luchas entre nuestros mutantes y grandes grupos de asesinos (siendo esta la parte de “violencia”, por supuesto) además de encontronazos sexuales y totalmente justificados entre esos mismos mutantes y… bueno, entre ellos (y ahí está la parte de “sexo”). Según mi modesta opinión, una novela gráfica de lo más recomendable y entretenida, además de no necesitar conocimiento previo de los personajes para poder ser disfrutada. Eso sí, no apta para todos los públicos.

Y, como último apunte, la última viñeta es impagable.

miércoles, 5 de enero de 2011

¡Crucifícalo!

Y así continúa la saga de Jesucristo en las situaciones más estrambóticas posibles, recurriendo a un clásico donde los haya… ¡Una de sus apariciones en Padre de familia!

Obviando el “modo espejo” de rigor para librarse de denuncias, espero que esta segunda entrada sea del agrado de todos.

domingo, 2 de enero de 2011

¿Para cuándo una sesión de comida mexicana?


Como amante de las comidas picantes que soy, no puedo esperar a cocinar el famoso chili de Oliver Queen a ver si es tan fuerte como dicen. ¿Se acercará a los monstruosos chupitos del Mare Nostrum? Supongo que solo hay una forma de comprobarlo.

¡Y para beber, albóndigas!